Cómo viajar a otro país puede ayudar a los estudiantes a superar los desafíos de la etapa adolescente
Viajar al extranjero es una experiencia transformadora en la vida de cualquier persona, pero especialmente para los adolescentes. No solo les permite descubrir nuevas culturas y lugares, sino que también pueden aprender sobre sí mismos y desarrollar habilidades importantes para su futuro. En este artículo explicaremos algunos beneficios y consejos para irse al extranjero siendo adolescente. También hablaremos de cómo esta vivencia puede ser una inversión valiosa para el desarrollo personal de los jóvenes.
Descubrimiento de identidad
La adolescencia es una etapa de descubrimiento personal y viajar al extranjero es una gran oportunidad para ello. Al estar lejos del hogar y el entorno habitual, los estudiantes pueden explorar diferentes aspectos de su identidad, como por ejemplo: sus gustos, sus preferencias e intereses. Además, aprenden a ser más independientes y a tomar decisiones por sí mismos, tener más iniciativa y criterio propio. Esto les ayuda a desarrollar su propia personalidad, y pueden valorar y decidir de manera más acertada cómo quieren encarar sus estudios y aficiones.
Ganar autonomía
La independencia es un aspecto importante durante la etapa juvenil, pero puede ser difícil de alcanzar. Uno de los mayores beneficios de viajar a esta edad es que les da a los jóvenes la oportunidad de ganar autonomía. Como están lejos de sus familiares y amistades, los estudiantes deben aprender a cuidar de sí mismos, crear nuevos vínculos sociales, responsabilizarse de sus actos y resolver los inconvenientes por su cuenta. Esto no quiere decir que no se sientan apoyados por el equipo de monitores, docentes o familia anfitriona, sino que tendrán la libertad de explorar un poco más de cerca, lo que significa salir de la zona de confort y aventurarse en aquello hasta ahora desconocido.
Sobrellevar la etapa adolescente
La pubertad es una época difícil para la mayoría, ya que experimentamos muchos cambios en nuestras vidas y no tenemos ningún manual de instrucciones que nos explique cómo debemos afrontar algunas situaciones. Viajar a Irlanda o Inglaterra, puede ser una gran manera de sobrellevar estos desafíos, porque nos permite alejarnos de las presiones y preocupaciones de nuestra vida cotidiana. Además, al estar expuestos a diferentes formas de vida y culturas, podemos aprender a ver las cosas desde diferentes perspectivas y ser más comprensivos con nosotros mismos y con las demás personas.
Miedos e incertidumbres
Es normal tener miedo al cambio y sentirse inseguro acerca del futuro, especialmente cuando se trata de hacer un curso al extranjero. Pero no hay razón para preocuparse, este sentimiento se supera. En English Summer entendemos que hacer un curso fuera puede ser una experiencia abrumadora, por lo que ofrecemos el apoyo y la orientación que necesitan los participantes para sentirse seguros y cómodos. Nuestro equipo de profesionales está siempre disponible para responder a cualquier pregunta o inquietud que puedan tener antes, durante y después del viaje.
Cuestionarse todo
Los estudiantes tienen muchas preguntas y a menudo cuestionan todo lo que les rodea. Es un momento de deconstrucción y construcción de creencias, por lo que los estudiantes se muestran más receptivos a la hora de conocer nuevas culturas, idiomas y estilos de vida. Así, logran ampliar su perspectiva y visualizar nuevas expectativas, objetivos y planes de futuro, tanto a nivel académico como a nivel personal. Nuestros cursos están diseñados para fomentar el diálogo y el debate, lo que les permite compartir sus ideas y aprender de otros estudiantes internacionales.
Ampliar los horizontes
Viajar a otro país puede ser una forma de ampliar los horizontes, las metas y abrir la mente a nuevas experiencias. Es una manera de exponernos a nuevas maneras de pensar, vivir y actuar. Al estar expuestos a diferentes culturas, podemos aprender sobre la diversidad y la tolerancia, lo que nos ayuda a desarrollar una perspectiva más global del mundo. Además, podemos descubrir nuevas pasiones y otros intereses que tal vez nunca hubiéramos descubierto de no haber tomado ese primer vuelo.
Aprender un nuevo idioma
Es evidente que viajar supone dejar atrás el idioma materno para sumergirse en un ambiente lingüístico diferente, pero también ayuda a mejorar las habilidades comunicativas. De hecho, aprender un nuevo idioma puede ser una gran ventaja para el futuro académico y profesional de los estudiantes, ya que les dará la capacidad de comunicarse con personas de todo el mundo.
En definitiva, viajar al extranjero es una experiencia desde luego enriquecedora y también puede ser transformadora para los estudiantes. Les permite descubrir nuevas tradiciones, aprender más sobre sí mismos, compartir vivencias, y desarrollar habilidades importantes para su futuro.