Inicio de una nueva semana, y con ella, cruzamos el ecuador de nuestra estancia en Oxford.
Comenzamos el día con las pilas recargadas, tras haber disfrutado de una jornada intensa y emocionante en Londres el día anterior. Aprovechamos al máximo cada minuto recorriendo lugares emblemáticos como Oxford Street, una de las calles comerciales más famosas del mundo, y explorando las fascinantes colecciones del British Museum, que nos transportaron a diferentes culturas y épocas de la historia.
Además, el pasado jueves tuvimos la suerte de visitar Cambridge, otra de las joyas universitarias del Reino Unido. Allí, pudimos navegar en barcas por el pintoresco río Cam, disfrutando de las vistas a los antiguos colleges desde el agua, mientras un guía nos explicaba anécdotas y datos curiosos sobre la ciudad. También paseamos por sus encantadoras callejuelas, repletas de historia y rincones con muchísimo encanto.
Poco a poco, sentimos que nos vamos adaptando al ritmo de vida inglés. Ya no nos cuesta tanto el horario, hemos descubierto comidas que nos gustan, y nos sentimos más cómodos con el funcionamiento del campamento. Incluso pequeñas rutinas, como los desayunos o los trayectos a clase, se han vuelto familiares.
El final de la semana nos dejó momentos emotivos, ya que despedimos a los compañeros que formaban parte de la primera etapa del programa. Algunos nos despedimos con lágrimas en los ojos, conscientes de que, aunque solo haya pasado una semana, los lazos que se crean aquí son muy intensos. Este lugar y esta experiencia tienen algo especial que nos une mucho en muy poco tiempo.
Ahora, con nuevos compañeros por conocer y más aventuras por vivir, seguimos adelante con ilusión. Aún nos queda mucho por aprender y explorar de esta experiencia.
See you soon!
